Cuando Apple lanzó el Mac mini M4, no lo pensé dos veces: lo adquirí de inmediato. Había estado esperando esta actualización desde hace mucho tiempo, y ahora, más que nunca, se ha convertido en el dispositivo ideal. Compacto, potente… resulta fácil llevarlo a distintos lugares. Sin embargo, había algo que esperaba que finalmente no se ha concretado.
¿Por qué Apple no ha sacado un Mac mini que funcione solo con alimentación USB-C? Si puedo hacerlo con mi MacBook Pro, ¿por qué debo utilizar dos cables cuando mi pantalla USB-C ya proporciona la energía necesaria?
Deseando un Mac mini que se pueda alimentar a través de USB-C
La idea resulta atractiva: un Mac mini conectado a nuestro monitor con un solo cable USB-C que ofrezca tanto la señal de video como la alimentación. Un escritorio ordenado, sin cables de corriente extra. Suena perfecto, ¿no? En la actualidad lo tengo configurado así con mi MacBook Pro, y al pasar al Mac mini tendré que agregar un cable más.
Adicionalmente, el Mac mini M4 es tan compacto que estoy considerando meterlo en la mochila para trabajar tanto en casa como en la oficina. Con un único cable USB-C podría tener dos cargadores diferentes en cada ubicación. Incluso podría utilizar el cargador multipuerto que tengo para mi iPhone, que posee una capacidad de 100 W. Sin embargo, no, tendré que llevarme el Mac mini y también el cable de carga, que estará enredado entre otros cables debajo de la mesa.
Quizás esté pidiendo demasiado. Estoy intentando transformar un portátil en algo que no lo es. Lo sé. Pero si a un MacBook Pro se le puede equipar con un M4 Max, 128 GB de RAM y alimentar una pantalla con más de 1.000 nits de brillo…
Desafíos técnicos incluso en esta última versión
Potencia de carga
No obstante, la realidad es más complicada. El Mac mini consume, en su configuración más elevada, 100 W. El MacBook Pro tiene un consumo similar, ya que el adaptador de corriente incluido es de 96 W. En términos prácticos, son equivalentes.
La Apple Studio Display, con su potente puerto Thunderbolt que proporciona hasta 96 W de carga, no sería suficiente para alimentar un Mac mini. Apple indica claramente que esta capacidad de carga está diseñada para “notebooks”, no para computadoras de escritorio.
Transformar el Mac mini para que se alimente por DC (como USB-C) exigiría rediseñar completamente la fuente de alimentación interna. Podrían haberlo hecho con la renovación del Mac mini M4. De hecho, todos sus componentes internos han sido modificados para lograr una mayor miniaturización, pero hay un factor igualmente importante: la batería.
Pérdida de archivos
Además, aunque desconectemos el cargador del MacBook Pro, en ningún momento perderemos datos ni se apagará el dispositivo. Si incorporamos un cable tan fácil de conectar y desconectar como el USB-C, cualquier movimiento o ligero tirón podría desconectar y apagar nuestro Mac. Adicionalmente, una pequeña confusión al tener varios dispositivos conectados podría derivar en el mismo resultado. Sería demasiado fácil cometer ese error.
El riesgo de dejar la elección del cargador abierta
Por último, llegamos al aspecto en el que “los justos pagan por los pecadores”. Al no contar el Mac mini con batería, carece de una energía constante y siempre disponible para respaldarlo.
En el caso de un ordenador de sobremesa, requiere una potencia estable y controlada. Por lo tanto, sería indispensable usar el adaptador de energía correcto que suministre Apple, como, por ejemplo, el cargador de 96 W. En este escenario, volveríamos a estar en la misma situación. Tendríamos que lidiar con el adaptador de corriente y un cable USB-C compatible con dicho nivel de carga.
La posibilidad de alimentar un Mac mini a través de USB-C se desmorona. Técnicamente podría hacerse con un cargador y cable específicos, pero al no tener batería, carece de ese soporte que poseen los MacBook para poder ser utilizados con un cargador y cable USB-C genérico. Por lo tanto, lamentablemente, tendré que incluir en mi mochila el Mac mini y el cable que viene en la caja.