Con el Google TV Streamer, los dispositivos de Google para la televisión mejoran notablemente: de depender del smartphone del Chromecast original a este set top box compatible con el estándar Matter para la domótica, que cuenta con 32GB para almacenar aplicaciones de sobra o un puerto Ethernet para tener conexión a internet por cable, olvidándose de demoras y desconexiones.
No obstante, existe un efecto secundario no deseado para la mayoría: los Chromecast dejarán de ser producidos, es decir, más pronto que tarde desaparecerán de los escaparates. Primero, de la Google Store y progresivamente del resto de comercios. No soy exagerado al afirmar que considero este el mejor producto de Google y estoy convencido de que ha sido el que más he recomendado, sencillamente porque el Chromecast con Google TV es excelente, estético y económico.
Con la despedida del Chromecast con Google TV, quedan desamparadas aquellas personas que buscaban un aparato para transformar su televisión en un dispositivo inteligente o para sustituir el sistema operativo por uno tan fluido, completo y personalizable como Google TV, además por un precio accesible de 39 a 69 euros. Eso sobre el papel; en la práctica, he adquirido varios modelos 4K pagando 50 euros. ¿Y ahora qué hacemos?
Adiós Chromecast, hola Xiaomi TV Box S (2da generación)
Siempre estarán los Fire TV de Amazon, pero eso implica utilizar Fire TV, un sistema operativo intuitivo y veloz, aunque no tan completo, abierto y personalizable como Android TV o Google TV. El inconveniente es que ahora Google ha dejado un gran vacío en el mercado: ¿tendremos que gastar más de 100 euros en un dispositivo para la televisión aun cuando solo lo queramos para ver Netflix y poco más? ¿Elegir marcas y modelos poco conocidos y/o antiguos (te miro a ti, Nokia Streaming Box)?
No es necesario: la alternativa pasa por el Xiaomi TV Box S (2da generación), un dispositivo que, en términos generales, es un Chromecast con Google TV 4K, pero en formato set top box y con más puertos, lo cual resulta bastante útil para conectar un disco duro externo o un adaptador para establecer conexión Ethernet. Y lo mejor: cuesta 69 euros, pero también es bastante común verlo por 50 euros, como en estos momentos.
En cuanto a especificaciones, cuenta con todo lo necesario para satisfacer a un usuario promedio: es compatible con la resolución 4K y contenidos Dolby Vision y HDR10+, además de sonido Dolby Atmos. Con 2GB de RAM, chip Amlogic S905X4 y 8GB de almacenamiento, no dispone de un hardware extraordinario, pero sí es suficiente para actualizar una televisión antigua y ofrecer una buena experiencia de uso. En otras palabras, para ver tus series en Max y poco más. A rey muerto, rey puesto.