Raras veces he experimentado tanta frustración como en el reciente Evento de Apple cuando desde Cupertino reservaron un segmento para su sección de auriculares, pero solo revelaron un modelo nuevo bajo la premisa de ser compatible con la cancelación de ruido activa, algo que uso personalmente desde 2015. Mi mente lógica sugiere que si en Apple han optado por no lanzar unos hipotéticos AirPods Max 2 es porque no lo consideran necesario.
Puede que la audiencia potencial para este auricular sea considerablemente menor de lo que suponemos y que la tecnología no haya alcanzado la madurez necesaria para una segunda versión, mientras la demanda por el modelo actual continúa en crecimiento. Un dato: aunque Sony mantiene una robusta posición en el sector de auriculares inalámbricos, solo vende una tercera parte de lo que Apple ha logrado con sus continuistas AirPods. Con razón, la PS5 Pro tiene un precio tan elevado: su sección de audio no satisface las expectativas.
Sin embargo, la verdad es que mientras los iPhones han alcanzado un nivel de perfección técnica, los auriculares de la marca todavía tienen un amplio margen para mejorar y evolucionar. Cualquier técnico de sonido o experto en el ámbito del audio te lo confirmará. ¿Por qué no hacer un movimiento audaz y estar a la altura de las circunstancias, algo como un iPhone 16 Pro Max o un Apple Watch Ultra 2 en el ámbito sonoro?
La falta de los AirPods Max 2 representa una ocasión desaprovechada
La industria de los auriculares es posiblemente una de las más dinámicas y “nerviosas” que existen. Cada pocos meses surge una nueva tecnología que intenta reemplazar la anterior, utilizando un nuevo tipo de construcción en el altavoz, un nuevo material aislante o conductor (que si magnesio, que si grafeno) o la promesa de mejores estándares de conectividad para una comunicación Bluetooth fluida y estable que facilite la transmisión de audio de alta definición sin pérdida.
Apple cuenta con la oportunidad de liderar con algo innovador, un auricular que apueste por la vanguardia. Los AirPods Max son compatibles con audio espacial, una tecnología exclusiva, pero no con Dolby Atmos, el estándar más utilizado en el mercado actual que ya ha llegado a su octava versión. En otras palabras, sin rodeos: los AirPods Max han quedado desactualizados.
Actualmente, los auriculares de Apple emplean el códec AAC (Advanced Audio Codec)
Este se remonta a 1994 y está limitado a 256 kbps, mientras que el mercado se ha ido orientando hacia el estándar LDAC de Sony (que soporta tasas de 990 kbits) o el aptX HD de Qualcomm (que es compatible con tasas de hasta 576 kbit). Ambos permiten reproducir música de forma inalámbrica a una resolución de 32-bit/96kHz y 24-bit/48kHz respectivamente. En síntesis, para aprovechar al máximo aplicaciones como TIDAL o Qobuz, necesitas un estándar así.
También hay opciones sin pérdidas, capaces de transmitir a una calidad superior a los 1.000 kbps —un CD se grava a 1.411 kbps—. La misma Apple desarrolló la tecnología Apple Lossless Audio Codec (ALAC) y ahora todo el catálogo de Apple Music y Apple Music Classical está codificado a resoluciones que van desde los 16 bits/44,1 kHz (calidad de CD) hasta 24 bits/192 kHz (calidad ‘Master’, en algunos pocos discos). Sin embargo, sin un receptor adecuado —no Bluetooth 5.0, sino WiFi—, la calidad de la fuente emisora no tiene sentido.
El mercado aprieta… aunque parece que no asfixia
Si analizamos la mayor innovación de Apple en el terreno del sonido en los últimos tres años nos encontramos con unos AirPods 4. Y, como destacamos en nuestra comparativa, por fin integran cancelación de ruido activa, cuentan con un chip Apple Silicon H2 en lugar del chip H1, ofrecen mayor comodidad en el uso, en parte gracias a los controles táctiles y reciben el inevitable puerto de carga USB-C. Y eso es todo. Pero la situación con los AirPods Max es peor: no hay nada novedoso, apenas un puerto de carga distinto que, en la práctica, asegura algo más de velocidad. Y ya. Mientras tanto, así están sus competidores:
- Los Sony WH-1000XM6 están, según diversas filtraciones, a la vuelta de la esquina, en aproximadamente seis meses nos enfrentaríamos al nuevo modelo. El anterior ya complicó las cosas a la marca.
- Los Bose QuietComfort Ultra, un fuerte contender, también recibirán una actualización en cuestión de meses.
- Con los Sennheiser Momentum 4 en el mercado desde hace algún tiempo, la quinta versión también estaría próxima. Y se trata de un auricular respaldado por una de las marcas más reconocidas de la industria.
- HifiMan sigue su intensa carrera con sus modelos planares como los Deva Ananda, Sundara, Arya… Apple podría contrarrestar esta competencia con un auricular sólido bajo sus propios estándares de calidad.
Colores y más colores que nos hacen ruborizar
Y estamos enfocándonos en el mercado de auriculares sobre la oreja, cascos que cubren toda la cabeza. ¿Y qué pasa con los IEM o los auriculares de botón tradicionales? Sí, los AirPods Pro 2 han recibido nuevas mejoras a través de software, algo que ya enfatizamos hace algunos días. Pero el núcleo y la esencia de la bestia sigue siendo el mismo. Unos AirPods Pro 3 que innovaran en diseño y conectividad eran justo lo que muchos esperaban. No un conjunto de colores adicionales. Son realmente hermosos, eso no se puede negar.
Sí, lo admito: no soy el público ideal. Soy de los que pasan horas en foros, analizando gráficas de frecuencia, observando qué resultados ofrecen los espectrogramas. Y los AirPods Max siempre se presentan bien, pero a la altura de algunos IEM de 80-100 euros, no en comparación con los últimos modelos del mercado en un rango de precios que va de los 400 a los 600 euros.
Los algoritmos de cancelación de ruido han progresado considerablemente —gracias a la IA— y Apple permanece en esa zona intermedia ofreciendo un diseño atractivo, una integración completa con su ecosistema —aquí radica la clave— pero conscientes de que a nivel industrial su gama de auriculares no es ni especialmente avanzada tecnológicamente ni un hito en funcionalidades.
Siempre se ha creído que sin riesgo, rara vez hay triunfo. Apple ha estado durante varios años contradiciendo este dicho con un iPhone que mantiene cauteloso su diseño. Y parece que el resto de líneas de producto siguen este camino. Y aunque confío en lo que los “números” indican, no puedo evitar sentir frustración… y traición.