No importa si tienes un móvil Android básico o el último modelo de iPhone, al enchufarlo para cargar, es inevitable que se generará calor. Este fenómeno no es exclusivo de los teléfonos inteligentes, sino que se puede observar en una variedad de dispositivos. Sin embargo, el calentamiento de un móvil durante la carga no debe ser motivo de preocupación en sí, aunque un calentamiento excesivo podría indicar que algo no está funcionando correctamente.
En este artículo, te explicamos las razones por las cuales un móvil se calienta al cargarse y te indicaremos cuándo deberías alarmarte si la temperatura alcanza niveles superiores a lo que se considera “normal”.
El calor es un efecto no deseado del proceso
El proceso de carga implica un flujo de corriente eléctrica a través del dispositivo, lo que genera cierta resistencia, y como resultado, una parte de esa energía eléctrica se transforma en calor.
A nivel micro, esta generación de calor se produce debido al movimiento de electrones que colisionan con otras partículas atómicas, algo similar a cuando frotamos nuestras manos y estas se calientan.
Aunque a menudo creemos que el cargador suministra energía directamente a la batería (y en un sentido general, se podría simplificar de esa manera), la verdad es que el circuito de carga se encuentra dentro del dispositivo, el cual incluye chips, transistores y otros componentes que regulan el proceso y ofrecen protección ante posibles problemas eléctricos. Así, cada uno de estos elementos genera algo de calor durante la carga.
Esto es ideal para un calefactor, pero en un móvil representa una mala noticia, ya que se trata de un efecto secundario no deseado que impacta en la eficiencia del proceso. Cuando cargamos el teléfono, una proporción de esta energía se almacena en la batería, mientras que el resto se disipa en forma de calor.
Esta explicación es válida tanto para la carga con cable como para la carga inalámbrica. De hecho, aunque podría parecer que la carga inalámbrica genera menos calor al eliminar el contacto de un cable, puede ser bastante eficiente en términos de calor, dependiendo del tipo de cargador.
Además del calor emitido por el teléfono durante la carga, también hay que considerar el generado por el pad de carga. En cualquier caso, el aumento de temperatura debería mantenerse dentro de límites aceptables si se utiliza un dispositivo con certificación Qi, los cuales deben pasar ciertas pruebas antes de salir al mercado y algunos incluso incorporan sistemas de refrigeración.
El móvil se calienta al cargar. ¿Cuándo es excesivo el calor?
Al utilizar un cargador rápido compatible, es habitual que se sienta un poco más caliente. En cualquier caso, la temperatura no debería elevarse a niveles que resulten incómodos al tacto, dificultando su uso.
Incluso los dispositivos más económicos están equipados con protecciones contra el sobrecalentamiento. Dentro del circuito encargado de la carga hay sensores de temperatura que se activan al alcanzar ciertos límites, causando que la carga se detenga o se reduzca a un nivel más seguro. Es importante mencionar que estos sensores también son eficaces en condiciones de frío extremo, ya que el rango óptimo de funcionamiento se sitúa entre 0 y 35 grados centígrados.
En cualquier caso, si al tocar el teléfono sospechas que se está sobrecalentando, es recomendable pausar la carga de inmediato. Las baterías pueden sufrir un daño significativo al estar expuestas a altas temperaturas, lo que podría afectar tanto a la batería como al dispositivo mismo, llegando incluso a riesgos de explosión.
¿Qué podría causar que un móvil se caliente en exceso? Existen múltiples factores, desde una batería envejecida y desgastada, un cable de mala calidad, problemas de hardware, una funda excesivamente gruesa que impida la disipación del calor, el uso de un cargador inadecuado o demasiado potente, errores en el software, o aplicaciones que demanden un uso intensivo, entre otros.
