La fama y casi locura generada por el aumento de la inteligencia artificial estƔ dando lugar a lo que se conoce como lavado de IA, similar a otros conceptos mƔs conocidos como el ecologismo falsificado o incluso el lavado rosado, que muchas empresas llevan a cabo prometiendo mejoras medioambientales o centradas en las mujeres o la comunidad LGBTIQ+. Sin embargo, en realidad solo utilizan para mejorar su imagen o estar a la moda.
Ahora, con la IA, estĆ” ocurriendo lo mismo. En este caso, se refiere a la exageraciĆ³n o falsificaciĆ³n del uso de la IA por parte de empresas para parecer mĆ”s avanzadas o innovadoras de lo que son en realidad, y Amazon ha sido el primero en ser seƱalado.
La empresa se ha visto en medio de esta controversia con su tecnologĆa “Just Walk Out” instalada en tiendas Amazon Fresh y Amazon Go. Este sistema, que supuestamente permite a los clientes recoger sus artĆculos y salir sin pasar por caja, utiliza mĆŗltiples sensores para identificar los productos y facturarlos automĆ”ticamente.
Sin embargo, informes han revelado que, en verdad, Amazon necesita alrededor de 1.000 empleados en India para revisar manualmente casi tres cuartas partes de las transacciones. Esto sugiere que la IA no es tan autĆ³noma como estĆ”n tratando de mostrar.
Ahora todo estĆ” siendo impulsado por inteligencia artificial, pero en realidad es solo ‘lavado de IA’
Para comprender mejor toda esta polĆ©mica, es importante recordar quĆ© es exactamente la IA. A pesar de no contar con una definiciĆ³n precisa, la IA permite a los sistemas informĆ”ticos aprender y resolver problemas mediante el entrenamiento con grandes volĆŗmenes de datos.
En particular, la IA generativa, que ha acaparado los titulares en los Ćŗltimos aƱos, se especializa en crear contenido nuevo, ya sea a travĆ©s de conversaciones de texto, mĆŗsica o imĆ”genes. Ejemplos incluyen chatbots como ChatGPT de OpenAI, Gemini de Google y Copilot de Microsoft.
Un estudio llevado a cabo por OpenOcean, un fondo de inversiĆ³n para empresas tecnolĆ³gicas emergentes, revelĆ³ que, mientras en 2022 solo el 10% de estas empresas mencionaban el uso de IA, esta cifra se elevĆ³ a mĆ”s del 25% en 2023.
El conflicto surge cuando algunas empresas aseguran utilizar IA cuando en realidad estĆ”n empleando algo totalmente distinto. Otras exageran la capacidad de su IA o venden una eficacia y precisiĆ³n que no poseen. SegĆŗn un informe de 2019 de MMC Ventures, el 40% de las empresas que se autodenominaban “start-ups de IA” en realidad no utilizaban IA en absoluto.
Ante este problema, se estĆ”n tomando medidas. A principios de este aƱo, la ComisiĆ³n de Bolsa y Valores de EEUU (SEC) acusĆ³ a dos firmas de asesoramiento de inversiones por realizar afirmaciones falsas sobre su uso de IA. En el Reino Unido, la Autoridad de Normas de Publicidad (ASA) investiga reclamos sobre IA en anuncios, como en un caso donde una aplicaciĆ³n exageraba sus capacidades de mejora de fotos con IA.
“La IA no surge espontĆ”neamenteā¦ la tecnologĆa ya estĆ” contribuyendo mĆ”s al cambio climĆ”tico que la aviaciĆ³n. Debemos alejarnos de este debate unilateral y exagerado y realmente considerar tareas y sectores especĆficos en los que la IA puede ser beneficiosa, en vez de implementarla ciegamente en todoā, comenta para BBC Advika Jalan, jefe de investigaciĆ³n de MMC Ventures.